La
palabra ángel proviene etimológicamente del griego y significa literalmente
“mensajero”. Pertenecen
al mundo espiritual y existen para apoyarnos en todos los aspectos de nuestra
vida. Su amor por nosotros no tiene límites y nunca harán nada que nos pueda dañar, siempre nos guían con paciencia, sabiduría y cariño.
Estos
seres han aparecido en buena parte de las religiones de todo el mundo:
Judaísmo, Cristianismo, Hinduismo, Budismo, Islamismo, Zoroastrismo, e incluso
en la tradición Egipcia, y siempre han sido aquellos que transmitían a los
seres humanos los mensajes de la Divinidad. También son ellos los encargados de
llevar las plegarias de los seres humanos hasta la Divinidad, es decir son
intermediarios.
Habitan
en planos superiores y nunca han encarnado en un cuerpo físico, es decir, nunca han tenido forma humana, no son ni hombre ni mujer, por tanto
carecen de género, siempre han sido espíritus formados de energía, luz y amor. Es cierto que
nosotros, los seres humanos, acostumbrados a categorizar y clasificar todo
cuanto percibimos, cuando hablamos de determinado ángel, nos referimos a este
como Él o Ella, debido a las restricciones del lenguaje y de nuestra mente
acostumbrada al mundo físico, en el que todo debe estar catalogado y nada puede
escaparse de sus límites. Como seres compuestos de pura energía que son, ellos
pueden modificar su aspecto y aunque realmente son enormes columnas de luz de
colores vibrantes que podrían provocarnos un ataque de pánico por la impresión que nos llevaríamos al ver semejante criatura, cuando ellos se
aparecen en nuestro plano ante una persona pueden hacerlo con un aspecto
humano, quizás incluso con apariencia dulce y acompañados de unas grandes alas, para que esa persona pueda entenderlos y
reconocerlos.
Cualquier
persona puede sentir y comunicarse con los ángeles. Más adelante publicaré un
artículo con algunos ejercicios para comunicarse con estas delicadas energías.
Los médiums como personas sensibles a las energías más sutiles, podemos
comunicarnos con las esferas celestiales, y por tanto, también con los ángeles.
Cuando yo he visto este tipo de energías con mis ojos físicos suelen tomar la
forma de bolitas de luz de colores o ráfagas de luz de colores, cuando los he
percibido mentalmente su energía puede sentirse con fuerza y normalmente emanan
una potente luz de su cuerpo, un aura resplandeciente que ocupa un espacio muy
amplio. Es más, las alas que se le atribuyen a los ángeles es una interpretación de su enorme y vibrante aura, que crea una sensación de que el ángel está batiendo sus alas.
Los
ángeles son siempre energías positivas y están a nuestro alrededor todo el
tiempo, como otros tantos seres espirituales, solo tienes que pedirle desde el
corazón aquello que desees para que ellos puedan ayudarte. No es difícil solicitar la ayuda de los ángeles,
pero aquello que pidas a estos seres, debe ser algo que no dañe a nadie, pues
ellos son energías destinadas a traer luz, claridad, apoyo, logros, etc.,
siempre con el fin de beneficiar a quien se lo pida.
Aqui puedes leer la segunda parte de este artículo: ¿Qué Son Los Ángeles? Parte II
Aqui puedes leer la segunda parte de este artículo: ¿Qué Son Los Ángeles? Parte II
Saludos
Atte. Laos
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